La industria alimentaria está experimentando actualmente un alejamiento de los materiales de embalaje de plástico tradicionales, que representan el 42% de todo el plástico producido en todo el mundo y son un importante contribuyente a la contaminación plástica global, con un estimado de 8 millones de toneladas de plástico vertidas en los océanos cada año.
Cuando los desechos plásticos llegan al océano, causan un daño significativo a la vida marina y los ecosistemas, representando una grave amenaza para los animales y los mamíferos marinos. Además, los plásticos se descomponen en el océano con el tiempo; estas pequeñas partículas se conocen como microplásticos y son ingeridas por organismos acuáticos, ingresando así a la cadena alimentaria y volviéndose peligrosas para toda la vida, incluidos los humanos.
El embalaje de plástico también tiene una vida útil corta, ya que muchos productos se consideran de un solo uso o desechables, y menos del 9% de todos los plásticos se reciclan. Sin embargo, soluciones alternativas como el embalaje compostable hecho de materiales naturales como la caña de azúcar, el almidón y la pulpa de madera tienen el potencial de extender la vida útil de los materiales de embalaje sin dañar los océanos. El embalaje compostable es particularmente atractivo como material de embalaje porque, a diferencia del plástico, los microorganismos pueden descomponer los materiales compostables en compost, convirtiendo los desechos de embalaje en un valioso fertilizante.
A medida que los consumidores se vuelven más conscientes del medio ambiente, la demanda de productos y prácticas sostenibles aumenta. Esta tendencia ha llevado a las empresas a reevaluar sus prácticas y materiales de embalaje, con el objetivo de reducir su uso de embalajes tradicionales, principalmente plástico. Materiales alternativos como el embalaje compostable pueden descomponerse de forma natural en el medio ambiente, ya que están hechos principalmente de recursos renovables, aunque la mayoría están diseñados para descomponerse en una instalación industrial. Pero a diferencia de los materiales plásticos convencionales que pueden contaminar los océanos durante cientos de años; los materiales compostables desechados correctamente crean un sistema de circuito cerrado, que reduce los desechos y la contaminación, enriquece el suelo y hace un ciclo de producción y consumo sostenible.
El embalaje compostable es una poderosa arma en la lucha contra los desafíos ambientales. No solo previene residuos y contaminación dañinos, sino que también genera valioso compost agrícola. A pesar de las dificultades y desafíos iniciales, el actual aumento en la demanda y las políticas y legislaciones de apoyo han llevado a las empresas a invertir en investigación y desarrollo para producir nuevos materiales innovadores. El plástico compostable es uno de esos materiales innovadores, y además de descomponerse en compost, ofrece ventajas únicas sobre los materiales de embalaje compostables tradicionales, como el papel. El plástico compostable es mucho mejor para mantener los productos secos y puede ser transparente con un tinte verde o marrón, lo que lo hace fácilmente identificable como compostable, permitiendo a los consumidores ver los productos antes de comprarlos.
El panorama del embalaje continúa evolucionando con iniciativas globales y legislación nacional que apoyan la introducción de programas para facilitar el compostaje. A medida que los consumidores continúan adoptando materiales compostables y reciclables, se espera que el uso de embalajes compostables aumente significativamente.
El embalaje de plástico compostable ofrece una solución sostenible para combatir el impacto ambiental negativo de los residuos plásticos tradicionales. En lugar de los omnipresentes vasos desechables de plástico para llevar, la adopción de vasos reciclables asegura que se deje mucho menos desperdicio ambiental dañino, y en su lugar se crea valioso compost agrícola. Los plásticos compostables también pueden incorporar polímeros de base biológica, reduciendo la dependencia del petróleo en la producción de plástico. Incorporar recursos naturales más ecológicos ayuda a reducir la huella de carbono de la industria del embalaje.
El embalaje plástico tradicional contribuye significativamente a la contaminación del océano y al daño a la vida silvestre. Mientras que el embalaje compostable puede descomponerse en materia orgánica, sin dejar residuos dañinos detrás.
Usar envases compostables como alternativa a los materiales de embalaje tradicionales, como el plástico, puede reducir significativamente la contaminación oceánica si se compostan en casa (si es adecuado) o más probablemente en una instalación industrial. Los plásticos convencionales pueden permanecer en el medio ambiente, causando daño durante cientos de años, mientras que los envases compostables pueden descomponerse naturalmente en compost útil. Los materiales de embalaje innovadores que son compostables pueden prevenir que los desechos plásticos entren en nuestros océanos si se adoptan junto con un programa educativo para alentar a las empresas y a los consumidores a utilizar instalaciones de compostaje industrial locales.
Los últimos materiales de embalaje compostables innovadores están revolucionando la industria al ofrecer alternativas ecológicas a los plásticos tradicionales. Los bioplásticos de origen vegetal y los polímeros biodegradables son materiales en tendencia que son sostenibles, reducen la huella de carbono de los procesos de embalaje y pueden incluso mejorar las ventas y los beneficios al atraer a consumidores 'verdes' y abrazar sus valores éticos. Estos materiales de vanguardia pueden tener un impacto positivo en el medio ambiente mientras atraen a nuevos clientes.
La adopción de envases compostables presenta una solución práctica y plausible para reducir la contaminación plástica en el océano. Alejarse de los materiales plásticos tradicionales es un paso significativo hacia adelante. Los materiales compostables hechos de recursos naturales pueden disminuir significativamente la cantidad de desechos plásticos que se vierten en nuestros océanos.
El embalaje compostable no solo extiende la vida útil de los materiales, sino que estos materiales también ayudan a promover un ciclo de producción y consumo sostenible. La actual alta demanda de embalaje compostable está destinada a aumentar a medida que los consumidores priorizan cada vez más la sostenibilidad. Es probable que las políticas y la legislación gubernamentales continúen apoyando esta tendencia, incentivando aún más a las empresas a invertir en investigación y desarrollo, lo que llevará al desarrollo de materiales innovadores similares al plástico compostable.
Las certificaciones y estándares globales deben ser acordados para que los consumidores puedan identificar fácilmente qué productos y empresas se adhieren a las mejores prácticas de la industria. La certificación de que los productos y envases son compostables puede infundir confianza en los consumidores, fomentar la confianza y ayudar a construir lealtad a la marca.